CUENTO SOBRE MARCO POLO.

MI ÚLTIMA EXPERIENCIA: CHINA

Un día, en mis pensamientos viajeros, me decidí a ir a China. No sabía qué hacer para lograrlo, hasta que encontré mi mejor aliado para conseguir ir.
Pensé que podría ir en barco hasta una de las ciudades más cercanas a China y allí coger un avión para llegar hasta ella.
Fui hasta muy lejos y durante muchas horas, en el barco era muy incómodo ir, porque solo se iba moviendo, te mareabas e ibas pensando que en cualquier momento se podía hundir y podías morir.
Este barco era muy muy grande, bonito y espacioso. Allí pasé unos días hasta que al fin llegué. Me encontraba en Turquía, donde cogí el avión. La verdad es que era bastante cómodo ir en él, al contrario del barco.
Cuando al fin me encontré en la gran China, me sentía extraño y sólo.
Como en ese momento yo era uno de los grandes viajeros del mundo, todas las personas vinieron hacia mí preguntándome que por qué estaba allí. Le contesté a todos, hasta que me cansé.
Empecé yéndome hacia la zona sur, donde vi muchas cosas bonitas, agradables paisajes y habitantes muy respetuosos.
Después me dirigí hacia la zona norte, a Pekín, donde encontré a muchos amigos, pero uno que era una de las mejores personas que había conocido en esa enorme ciudad, se llamaba Yaki-Chan.
También vi muchas playas, con sus muy bonitas islas, que tenían unas preciosas palmeras.
En otra de las ciudades, vi muchos monumentos y edificios grandísimos, como La Gran Muralla, El Mausoleo de Sun Yat-Sen, etc....
Luego no sabía a dónde ir, porque no me conocía muy bien aquel sitio, por lo que decidí volver a mi cuidad natal.
Fui en los mismos vehículos que vine, solamente que no lo pasé tan mal, porque como ya sabía como había que ir para no marearse, lo intenté hacer.
Y aquí está el final de esta historia, que te seguiré contando en otra de las mías.